“Esta columna fue escrita por un estudiante inconforme con los sucesos en La Unillanos. Publicado por el troyano se reserva su nombre para evitar inconvenientes y a petición de el usamos un seudónimo.”
Sí señores porque nuestra facultad y programa han ideado un maravilloso sistema pedagógico, - o como se le nombra “pedagogía Unillanos”- solo para los futuros grandes economistas de la región, y porque no! del país. Aquellos que como sus profesores hubiesen sido capaces de cambiar la historia igual que J.M. Keynes solo que nacieron unas cuantas décadas después, al fin y al cabo ese tipo tuvo la suerte de vivir en su época. Es esta una muestra más de nuestra más vernácula sinvergüenzura y atrevimiento, los docentes “no decentes” que así piensan y hablan, pretendiendo obnubilar al estudiantado crítico demuestran simplemente su arrivismo intelectual, aunque desde luego a más de un ingenuo logran convencer de semejante falta.
Bueno paso a exponer lo que hasta ahora ha sido un secreto muy bien guardado por los excelentísimos “académicos” (error tipográfico se ruegan excusas pero no es posible cambiarlo) del programa de economía, encargados de impartir las básicas ideas sobre economía que todo ½ crecido a punta de sofismas encubridores de su insuficiencia vulgar y descarada. Se trata de agobiar a los estudiantes con clases tan paupérrimas, de tal manera que si algún estudiante tiene un poquito de decencia se estrese, pero como no es una sola clase, ni una materia la que se tiene que soportar con esta “pedagogía Unillanos”, sino que es toda una carrera llena de abyectas clases y materias (en donde como lo reconocen ciertos profesores de macro se habla no más que m..) no le queda más opción al estudiante que guiarse con sus símiles en los estudios de una economía de verdad. Y así es como lo planificado por los “maestros de economía” funciona, todo un plan audaz elaborado a medida para quines luego de esta tensión demuestren ser probos. Se basan en nociones de sicología elemental donde los individuos desean lo que no tienen.
Pero no vayan a pensar que todos los (do+inde)*(centes) están contentos con esta pedagogía que les toca aplicar, muchos de ellos ¿quién sabe cuantos? Han tratado de dar clases como debe de ser, pero lo que pasa es que fuerzas oscuras (tal vez de otro planeta, tal vez del FMI, tal vez del partido pollito el de la unión, tal vez del vecino Hugo o quien sabe si de Power Rangers, o de los teletubbies, o quizás el fantasma de lord Keynes) los sobornan u obligan a seguir con estas paupérrimas horas de vociferación vacua ¿sobre? la economía.
Perdónalos Dios porque su corta vista les obliga a recomendar además arrodillarse a los politiqueros de nuestra región, demostrando su falta de ética, bueno del profesor de microeconomía.
EL TIFÒN
“Ser o no ser”
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